jueves, 26 de mayo de 2011

La Oscuridad



A pesar de los avances tecnologicos y de las luces, la enorme cantidad de luces, las que a veces no nos permiten ver las estrellas, las que nos niegan dormir con la persiana abierta, las que dicen que se ven desde el espacio exterior, la noche esta llena de oscuridad. La podemos apreciar allá detrás, perdida en la línea del horizonte, bordeando la laguna infinita, por lo menos a nuestro ojo limitado por la oscuridad.

La oscuridad nos limita, en visión, en valor, en calor, su sola presencia nos invita al frío, al sueño, a la muerte, al miedo de estar vivos sin saber a donde ir.


La oscuridad nos desespera, sobre todo en la soledad, desespera al trabajador que vuelve cansado luego de una larga jornada, nos aterra porque la DESCONOCEMOS, no podemos conocer lo que no podemos ver, y de olor, sabor, sonido y tacto, poco tiene para darnos.

Ese miedo a lo desconocido es lo que nos hace humanos. Es lo que demuestra que somos solo de carne y hueso, que somos unos simples mortales. Y el aparentemente sencillo hecho de que seamos mortales es lo que debe marcar nuestro modelo de vida.

Si bien eso depende de cada uno, osea, uno no puede decirle al resto como vivir su propia vida, alla el resto si quiere desperdiciarla, pero esta bueno ser consciente de que la joda se va a terminar en un momento. Miles de frases en latín nos enseñan a apreciar el presente: Carpe Diem, Carpe Momentum, Memento Mori.

Somos humanos. Somos frágiles. Le tememos a la oscuridad, a lo desconocido. Y sin embargo, cada día nos levantamos para aprovechar el día, para vecer ese miedo o para mirarlo a la cara y decirle, si, me das miedo, y que? Y mientras sigamos levantandonos a intentarlo, vamos a seguir triunfando, vamos a seguir ganando y demostrando que a pesar de que lo desconocido nos va a derrotar al final, día a día le ganamos la batalla, porque aunque nos gane, somos los vencedores. Somos los vencedores porque aunque nos perdamos físicamente de este mundo, siempre va a haber alguien que nos recuerde con cariño, con afecto, o aún con un odio desmedido, pero vamos a pasar a formar parte de la posteridad en cuentos, historias que quizás nuestros nietos le cuenten a sus hijos y ellos aprendan a tomarnos cariño aun sin conocernos. Y siempre ganamos. O sino, la empatamos.

Ganen día a día, sino es por orgullo propio, háganlo por mi, pobre escritora de un blog más, perdido entre tantos, que les desea lo mejor en sus vidas y en sus victorias diarias contra lo desconocido, o contra uno mismo, pero eso es tema de otra noche.

Carpe Diem ♥

No hay comentarios:

Publicar un comentario