miércoles, 6 de julio de 2011

Otro día gris...

Hoy es otr día gris, uno más, pero no uno del montón... Es un día gris en el que siento mucho dolor, las lágrimas marcan camino en mi rostro, paradójicamente, a la inversa de cuando se sonrie mucho, que se te marcan los huequitos en la cara y te duelen los músculos de tanto reirte. Ahora lo unica que siento es el ardor de la lágrima salada, que cae y cae y si bien tiene un motivo que sería considerado justo por mucha gente, me gustaría poder retenerla dentro de la película que baña al globo ocular, que no rebalsara como lo esta haciendo, y no por una cuestión de orgullo es que no quiero que caiga, sino por cuestión de principios.
El primer principio que me pesa es el que la vida sigue, aunque una persona a la que querramos mucho haya dejado de recorrer el camino a nuestro lado. La vida sigue, mañana volverá a salir el sol y la mañana sera fresca, los colectivos harán su recorrido habitual, la gente irá al trabajo y lo que mas increíble suele parecerme, el reloj sigue marcando los segundos, minutos y horas... sigue corriendo el tiempo, aún cuando siento que mi corazón se detuvo hace ya un rato largo...
El segundo principio que me pesa es que por el cariño que le tenemos a esa gente debemos aceptar y asumir que es un paso más de su camino, un paso que tienen que dar solos, es propio... No hay nada más íntimo que la muerte, y no tenemos que verla como algo malo... Cuando nacemos morimos de quien supimos ser, y con la muerte nacemos a quien podemos ser. Avanzamos, evolucionamos, vamos a un mejor sitio, a un sitio donde no importa si sos gordo o flaco, petiso o alto, viejo o joven, no importa nada, en ese sitio sólo sos vos, Pepito, Juanito, Susanita, Lulu, como te llames.
El tercer principio es que si realmente queremos a esa persona, no sólo tenemos que aceptar y asumir su partida, tenemos que no sentir dolor. Tenemos que desprendernos de nuestra tristeza porque si esa persona nos quería nunca jamás va a pretender que derramemos lágrimas, no va a pedirnos que lloremos ni que suframos... porque aunque no parezca... la vida sigue!

Y, sin embargo, a pesar de mis principio, lloro... A pesar de que deseo sonreír, siento como que mi cara se olvido de como se hacia.
Y, sin embargo, a pesar de mi llanto, sé que el tiempo sigue corriendo, que la vida sigue... y que pronto desplegare mis alas mojadas para volver a volar!